Historia del Castillo Sohail
La zona goza de un clima Mediterráneo subtropical, con temperaturas medias anuales de 18º, precipitaciones anuales de 500 l/m2, y casi 3.000 horas de sol al año.
El término municipal de Fuengirola ocupa una franja costera, situada a 30 Km. al Oeste de la ciudad de Málaga, limita al Norte con el término municipal de Benalmádena y el de Mijas, término con el que también limita al Oeste y al Sur, al Este se encuentra el Mar Mediterráneo.
La extensión del municipio es de 10 Km. y la altitud oscila entre 0 y 5 metros, excepto los barrios de Los Pacos, Torreblanca y Carvajal situados al norte en una zona de colinas.
Historia del Castillo de Fuengirola
El Castillo Sohail
El lugar donde está situado el castillo desde hace siglos es un lugar privilegiado por la situación que ocupa en la desembocadura del río Fuengirola sobre un montículo elevado a 35 metros sobre el Mar Mediterráneo, vigilante sobre la Vía Hercúlea romana.
Esta vía comunicaba Malaca (Málaga) y Gades (Cádiz) por lo tanto paso obligado. Actualmente coincide prácticamente con el trazado de la carretera 340 que pasa por este tramo.
Según los sondeos arqueológicos se podría decir que la ocupación humana en este lugar, de una forma intermitente data de la época prerromana, aproximadamente desde finales del siglo VI antes de Cristo. Coincide esta datación con la ocupación fenicia del litoral malagueño, quienes fundaron Malaca en la desembocadura del río Gualdalhorce.
Se cree que el Castillo se construyo en el siglo XII y realizaba los fines de defensa, podría ser aguada para navegantes, factoría pesquera y amparo en caso de mar gruesa para los navegantes. Se cree que probablemente en primer lugar se construyó una torre de vigilancia, conocida como torreón de la Vela que posteriormente fuera incluida en el resto del recinto. No solo su anormal orientación con respecto al conjunto sino también su construcción diferente es la que lleva a la explicación de que sea anterior al resto del castillo. Por lo tanto la fecha exacta de su construcción se desconoce. Pero en el año 1114 nace en el Castillo Sohail el literato, poeta y filósofo Abderamán Ben Abdallan el Suhaylli lo que prueba que el castillo para ese año ya estaba construido.
A finales del siglo XI y comienzos de XII tanto cristianos como musulmanes pirateaban en estas costas lo que obligaría a la construcción de la fortaleza como defensa del comercio y la pesca ya antes mencionados. No obstante una incursión cristiana causó gran mortandad entre los habitantes de Sohail, esto es sabido gracias a los poemas que el Suahylli escribió, poeta que como bien decimos anteriormente nació en el castillo y murió en Marruecos en el año 1185, le dedica a su “patria chica” al ver lo ocurrido.
En dónde están los nobles generosos
que en tu seno vivían;
que a menudo en sus brazos amorosos
aquí me recibían...?
Ni a mi voz ni a mi llanto ha respondido
ninguna voz amada;
el eco o de la tórtola el gemido,
responde en la enramada.
Onda pena me acusa patria mía
estar tus males viendo,
y no poder a la maldad impía
dar castigo tremendo. Parece ser que la ciudad tenía a modo de alcazaba un perímetro amurallado parecido a la Alcazaba de Málaga. Comparando este castillo con otros construidos en la misma época, la verdad es que tiene algunas diferencias, por ejemplo su planta primitivamente era octogonal irregular, ya que sus lado no son iguales y las líneas se van ajustando a las irregularidades del terreno. Actualmente de sus ocho torres solo quedan seis, la del Homenaje y la de la Harina flanqueando la puerta principal que se sitúan hacia levante, la de la Vela y otras tres que carecen de importancia. También consta de un muro exterior que protege la puerta de acceso. Para cualquier incursión bélica, cualquiera que consiguiera entrar vería inmediatamente que no podría seguir puesto que se lo impediría otro muro interior que corre paralelo al muro exterior, por lo que obligadamente ha de girar a su izquierda y recorrer unos 30 metros, para girando esta vez a la derecha intentar acceder al recinto, todo esto a merced de sus defensores. También existen restos de un pozo, aunque parece extraño que a la altura en la que estaba construido el castillo pudiera haber agua.
Por todo lo anteriormente expuesto se cree que el castillo data del siglo XII.
Durante el siglo XIII, Sohail contaba con un recinto fortificado con casas de campo. La vida era activa y destacaba el comercio de los productos del campo,
entre los que sobresalí el higo, de fama internacional una vez secado, los pescados a los que por su abundancia, sabor y riqueza se les hace referencia en muchos documentos antiguos. La explotación y comercio de la minería especialmente el jaspe, el amianto, el talco y el ágata de las famosas canteras de Mijas eran transportados hasta el Castillos Sohail por el río de Fuengirola. Hoy en día algunos de estos minerales pueden contemplarse en la capilla de Santa Tecla, en la catedral de Burgos, en el altar de la Encarnación de la Catedral de Málaga y en las columnas del Colegio de San Agustín, también en Málaga. Las factorías de salazón y el famoso “garum” romano, caldo concentrado de vísceras de pescado, eran también importantes para el comercio de la zona, así como la función que cumplía el castillo como aguada para navegantes.
En esta época la ciudad caía sobre el lado de Poniente de la ladera donde se asienta el castillo, o sea en el lado que mira hacia Marbella, con la idea de protegerse del viento de levante, hay que decir que el centro de la ciudad hoy en día está justo hacia el otro lado.
También señalar que cuando el imperio quedó reducido al reino de Granada, en Sohail se intensificó el cultivo de la cebada al igual que en todo Malaca.
Durante el siglo XIV, Sohail padeció las incursiones cristianas, turcas y berberiscas, ante esto peligros los pobladores se fueron marchando probablemente al interior, a las fortalezas de Mijas u Osunilla. Cuando llegaron los cristianos al Castillo Sohail lo único que encontraron fue la fortaleza vacía. Posteriormente, gracias a las treguas entre los reyes musulmanes y cristianos, la vida en Sohail volvió a dulcificarse mucho. Estos hechos coinciden con la muerte de Enrique IV y las luchas entre partidarios de Juana la Beltraneja y de Isabel la Católica. También debió notarse en el terreno religioso ya que pudieron convivir conjuntamente cristianos y musulmanes.
Otra vez se intensificó el comercio y por tanto volvió a existir población en los aledaños de la fortaleza. En esta época barcos genoveses y catalanes navegaban libremente por el Mediterráneo descargando productos cristianos y cargando productos del reino de Granada como las prendas de seda y las especies. Precisamente es aquí cuando surge el nombre de Fuengirola ya que tanto cristianos como musulmanes estaban obligados a entenderse y aunque en las cartas de navegación aparezca el nombre de Sohail como único punto protegido y apto para la aguada a lo largo del estrecho entre Málaga y Cádiz es aquí donde aparece al cambio de nombre de Sohail a Fuengirola, parece ser que refiriéndose a la fuente, noria o al propio río que se encuentra a los pies del castillo y que sería de aguada para estos navegantes, de ahí el nombre latino entre catalán y genovés, según los expertos: “Fuente girante” por lo tanto otra vez la importancia de la aguada para navegantes, para aguar sólo hacía falta pagar un canon establecido sin peligro de terceros ya que precisamente la guarnición de la fortaleza y la fortaleza en si, se encargaba de esta misión. Durante esta época no había mucha población, solo lo necesario para llevar a cabo los trabajos de aguada y comercio.
Sobre la reconquista también existe un capitulo referido al Castillo de Fuengirola, cuando el Rey Fernando y su gran ejército entró en Ronda el 22 de Mayo de 1485 la noticia llegó inmediatamente a Marbella y seguidamente a Fuengirola. En este caso los defensores de la fortaleza decidieron huir ante el inminente ataque, aunque este nunca se produjo. Después de que Marbella se rindiera tras ver el ejército tan inmenso y comprender que la resistencia habría sido una carnicería inútil, el Rey Fernando no pudo seguir avanzando por la costa ya que el camino de la costa, en esta época, prácticamente no existía, pues sería un sendero que al llegar a la punta de calaburras por los embates del mar, solo dejaría transitar a personas y caballerías, siendo muy difícil el paso de los carros y mucho menos el ejército del Rey Fernando. Por lo tanto el ejército se desplazó por los caminos del interior siendo éstos mucho más seguros, a la vez que iban avanzando iban conquistando hasta dejar Málaga rodeada por completo. Los habitantes de Fuengirola se dirigieron hacia Mijas y allí se encerraron. Los mijeños con estos refuerzos se prepararon para defenderse, sobre todo al enterarse de las dificultades que el católico tenía para llegar hasta allí y para abastecerse, pues claro está, que soportaron al principio muy seriamente la posibilidad de huir o rendirse, pero convencidos de que en caso de ataque próximo sólo llegaría hasta Mijas una fuerza mediana y no el ejército colosal, decidieron preparase y resistir, reforzada la guarnición de los castillos de Mijas y Osunillas por los del Castillo Sohail y confiados por los alimentos de sus campos.
Muy pronto, el Conde Ribadeo, nombrado alcaide de Marbella por el Rey, después de la rendición. Cuando sólo llevaba 90 días de alcaide, el 15 de Septiembre decidió, animado por el Rey, apoderarse de Mijas y salió al frente de 80 caballos y 300 peones a los que se unieron en las playas de Fuengirola 100 combatientes más. Aquí se comprueba que la vía marítima era mucho más usada que la terrestre. Entre todos ellos no lograron derrotar a la fortaleza de Mijas.
Hay que recordar que Málaga se rindió el 4 de Septiembre de 1487, es decir, 2 años después de que la sitiara el Rey Católico y Mijas decidió también rendirse pero con las mismas condiciones que los Malagueños, pero para sorpresa de los prisioneros mijeños los malagueños se habían rendido a merced del Rey Católico sin ningunas condiciones ya que el asedio había sido muy duro y largo y el rey estaba encorajinado por su heroica resistencia.
En el año 1485 el Castillo es ocupado por el ejército cristiano en plena ofensiva contra el reino nazarí de Ganada. En ese instante dará comienzo un proceso de readaptación de su arquitectura que lo irá acercando a su fisonomía actual.
A partir de aquí se nombra para el castillo de Fuengirola el primer alcaide, que seria Álvaro de Mesa. Este castillo albergo la ermita en la cual se veneraba una imagen de la Virgen sentada con el niño en el regazo regalada por el Obispo de Álava, , era una talla de madera policromada a la que se le llamo virgen de los Reyes Católicos. El primer capellán del castillo, Fray Diego de Corte(de la orden de los predicadores) le puso a la imagen un rosario y en el año 1486 organizo la Cofradía del Rosario. Se dice que el propio Rey Felipe IV visito el castillo y oró ante esta misma imagen.
Tras el primer Alcaide, Álvaro de Mesa le sucedieron 4 Mesas más. Pero la intención de repoblar esta zona fue fallida, ya que en esos años hubo una epidemia que les obligaría a abandonar, perdiendo las tierras concedidas al no haber transcurrido el tiempo necesario para consolidar sus propiedades por lo que estas volvieron a la corona. Posteriormente la corona ordenaría que se habitase otra vez el recinto por su importancia estratégica.
La tercera parte de los vecinos deberían poseer caballos y los otros dos tercios se aconsejaba que fuesen pescadores. En el archivo de la catedral de Málaga, existe un documento fechado en 1502 donde se detalla el reparto de condiciones a los vecinos de Fuengirola, incluyendo anchoverías, molinos y colmenares, y lo que es mas importante los pilones de agua para abastecer a los buques; así quedo:
-”El molino de la palma” correspondió a Fernández Serrano, y un colmenar encima de la punta de la Fuengirola.
-Un tejar a Juan del Prestal, en un sitio antiguo que ésta en El Ejido, cerca del Higueral, y un sitio de colmenar , y un pilón de la parte de la mar sobre el río, el primero de los que allí están.
-Un pilón a Andrés Martín, que está junto con el que se dio a Juan de Prestal.
-Un molino a Ruy Martín en el Campillo, y un sitio de colmenar en el agua de
Torreblanca , y un pilón que está junto al que se dio a Andrés Martín.
-Un colmenar a Juan Alonso de Quintana.
-A Miguel Caballero, un sitio de molino en el camino de Almarchar.
-A Francisco Ximénez un sitio de colmenar y n solar para “facer una casa de anchova” en el llano, sobre la boca del río, arriba de los pilones, de veinte pies de ancho y cincuenta de largo.
-A Juan Blanco un solar para casa de anchoas, frente al mar, donde se encuentran las ruinas de una casa antigua.
-A Miguel Caballero otro solar arriba del susodicho.
-Un sitio de molino abajo del que se dio al Consejo en Pajares, que es un arroyo que está en la parte de Mijas, a Andrés Martín de Ribera etc.
Pero esta zona soportaba continuos desembarcos de piratas que continuamente llegaban a la playa de Fuengirola por su fácil acceso, tomando como rehenes o cautivos a los vecinos que se encontraban realizando sus faenas cotidianas. por lo tanto en esta zona era muy difícil el asentamiento de una población estable, nadie se atrevía a vivir en la costa fuera de los muros protectores del Castillo.
En el año 1533 se produjo una reparación en el Castillo que al parecer se encontraba en muy malas condiciones, debido al terremoto de 1494 que asoló a estas tierras, reparándose algunas torres, entre ellas la del Homenaje que se reparo sin derribarla, conservando por ello, su organización primitiva, como ha llegado a nuestros días.
En 1567, Fuengirola se describe como “un castillo en lo alto sin tener mas vecinos dentro que los escuderos que allí residen, que son de ordinario 18 de la compañía de Don Gómez Hurtado de Mendoza”.
Años después en 1580, Erich Lassota de Steblovo, viajero alemán, vuelve a poner de manifiesto esta realidad, dejando constancia de que “Fungarolla” es solo un recinto fortificado, de manera que cuando por el efecto de una tormenta se ven obligados a echar anclas en el fondeadero para almorzar y comprar provisiones han de trasladarse a ”Myas”(Mijas) a la que llaman pequeña ciudad.
En 1653 hubo un gran incendio que asoló las viviendas y cuarteles de la plaza de armas y produjo también daños en la torre del Homenaje, se repararon por Don. Pedro Moriana Osorio su entonces alcaide pagador de fronteras y armadas de Málaga, que invirtió en la obra 6000 ducados.
Este Alcaide era hijo del capitán Don Pedro de Moriana de Godoy y de Doña Leonor Osorio de Astorga, quien murió y fue enterrada en el Castillo en 1637. Todo ello se sabe por que en 1989, y en uno de los trabajos efectuados en el Castillo, apareció su lapida con la siguiente inscripción
“Aquí yace la Sra. Leonor Dña. Osorio de Astorga, descendiente de la nobilísima casa de los Sres. Marqueses de Astorga y nieta del maestro de campo D. Alfonso Osorio de Astorga, que gano este Castillo a los moros. Fue casada con el noble caballero el capitán D. Pedro de Moriana Godoy. Año de 1637.”.
En esta lapida se asegura que el Castillo fue tomado a los moros por algún Osorio, siendo esta información completamente falsa, quizás los méritos de Don Alfonso se realizasen en otros asaltos, pero no en el Sohail.
Los Osorios mantuvieron la Alcaldía del Castillo durante muchos años.
Van transcurriendo los años y Sohail continua luchando con la falta de recursos materiales y humanos pero no los de la naturaleza ya que los tenia de hace siglos, tierra y mar. A la par que se diluyen el peligro berberisco y se asienta el imperio español, los alrededores del Castillo y los campos circundantes, aunque muy lentamente, se van poblando.
Pero a finales del siglo XVII dos calamidades se batieron sobre el reino de Granada, de una parte la epidemia de peste que azotó Málaga.
Sabemos que la población de Mijas perdió a la mitad de sus vecinos, por lo que acabe figurarse que algo parecido ocurrió con la del Castillo.
Pero es que a esta calamidad a de unirse el terremoto mas horrible del que se tiene recuerdo en Málaga, en el 9 de octubre de 1680. Quedando otra vez completamente despoblado.
En 1730, siendo Alcaide del Castillo D. Luís Alderete Barrietos, se reorganizo el interior, se construyeron cuarteles dentro de la plaza de armas (en la actualidad, sus paredes de piedra “secas” continúan en pie, sin tejados, en la zona sur) para la instalación de un escuadrón de caballería destacado allí por orden del Conde de Montemar, al objeto de perseguir el contrabando que desde la ocupación de Gibraltar por los ingleses en 1704 era muy frecuentes en estas costas.
Precisamente existe una lápida de mármol que ha llegado intacta a nuestros días que dice:
“Siendo Capitán General el Excmo. Sr. Conde de Montemar mando reedificar y reparar este castillo -Año 1730-”
Es en el último tercio de este siglo XVIII, cuando empieza a diferenciarse lo que es el Castillo y su entorno, con los albores o inicio de la población de Fuengirola.
En 1779, Fuengirola tenía censados doscientos sesenta habitantes, y que el núcleo de población más denso se encontraba en torno a una Venta o parada de viajeros en el camino de Málaga.
Estos pobladores se dedicaban a la explotación de la agricultura y por su puesto a la pesca que ya desde antiguo era abundante en esta costa.
Por otra parte, ha de considerarse que el castillo y la desembocadura del río empiezan a perder importancia, por un lado en él reside exclusivamente un escuadrón de caballería con cada vez menor vinculación con la aldea que crece a un kilómetro de distancia y por otro por que los continuos aluviones y el aumento de tonelaje de los navíos hacen que poco a poco dicha desembocadura deje de ser aguada para navegantes. El río cíclicamente experimenta grandes inundaciones siguiendo la tónica general de los mediterráneos, eso supone que con el correr de los años halla ido descendiendo su profundidad hasta dejarlo hoy en día al mismo nivel que la vega de ambas orillas. Como ejemplo de estos aterramientos ha de recordarse que cuando en los años 40 se hizo el puente de la nacional 340, al cimentar sus pilares apareció a 14 metros de profundidad un gran ancla romana de plomo.
En 1782, el cura Don Damián de Sola propuso que no se continuase enterrando personas en los aledaños del Castillo y que se hiciera un cementerio, propósito que llevó a cabo. Unas fuentes citan como lugar de los enterramientos, la calle Marconi esquina calle Palangreros y otros la calle Ollerías. Nos inclinamos por la calle Palangreros, pues con motivo de las otras de la “Plaza del Yate” en dicha calle aparecieron restos de los enterramientos, lo que da idea de que la población iba aumentando. El cementerio que actualmente existe en Fuengirola se sitúa a unos dos kilómetros al norte del Castillo Sohail, sustituyendo al antiguo cementerio de Fuengirola que se situaba en el Camino del Cementerio a espaldas de zoológico. Este cementerio se construyó siendo esta zona, las afueras del núcleo de población, siendo hoy en día un barrio más de Fuengirola incluido en lo que hoy podemos considerar como el “centro” de Fuengirola.
La Virgen del Rosario a la que se le rendía culto en la iglesia del Castillo de Fuengirola, que anteriormente fue mezquita, hoy en día inexistente, es en la actualidad la patrona de Fuengirola, por lo que la devoción a la Virgen sigue siendo continua desde el año 1502 cuando la instauró el primer capellán del castillo como ya hemos mencionado anteriormente.
Aun así la patrona de la iglesia de Castillo de Fuengirola fue en 1804 la Virgen de la Concepción proclamada oficialmente por el obispo de Málaga Don José Vicente de la Madrid. Esto ocurrió por deseo expreso de un capitán general que llegó al castillo para realizar una inspección y éste expresó reiteradamente su deseo de que se propusiera patrona a esa Virgen.
Lógicamente, Fuengirola no iba a ser una excepción en la invasión napoleónica. La bandera de España dejó de ondear en el castillo el 8 de enero de 1810, cuando los franceses, o mejor dicho, los polacos de su ejército se apoderaron de él, incluso la historia ha conservando el nombre del capitán que los mandaba: Milokosiewitz.
Sin embargo en lo que respecta al reforzamiento de la población de Fuengirola como tal pueblo, tuvo un efecto beneficioso, ya que los vecinos que moraban en él y sus aledaños huyeron de nuevo. La mayoría a lo que hoy es el centro de la ciudad, entonces llamada, curiosamente, “la llanura de levante”, pues tal es su orientación si se mira desde el castillo.
El 12 de octubre de 1810 el general inglés Lord Blayne partió de Ceuta con ánimo de arrebatar el castillo a los polacos-franceses. Las tropas aliadas estaban compuestas por ingleses y españoles a pesar de que el contingente que reunió era de más de 2.500 hombre y los polacos unos 160, lo cierto es que éstos resistieron bravamente en el castillo durante dos o tres días, dando lugar a que desde Málaga llegasen en su auxilio el general francés Sebastiani, que los puso pies en polvorosa, no sin antes causar a los aliados cuantiosas bajas y apresar al propio Lord Blayne.
Ni qué decir tiene que la fortaleza sufrió en sus piedras las andanadas de artillería que desde el mar les lanzaron los navíos aliados, quedando su estructura muy dañada.
Los polacos se mantuvieron en el castillo algo más de año y medio y lo abandonaron uniéndose a las tropas en retirada del mariscal Soult, tomando posesión, una vez más, de un recinto desierto el general Don Francisco Ballesteros.
Los polacos-franceses hicieron también todo el daño que pudieron antes de huir. Desmontaron los cañones antiguos que databan del emperador Carlos V y los más modernos, destruyeron a conciencia las habitaciones y dependencias de su interior. Volaron, también, los lienzos artillados y a partir de la marcha de los polacos, el castillo queda totalmente inoperativo.
Los vecinos de la “nueva villa de Fuengirola” habían procedido al desmantelamiento sistemático de los lienzos a fin de aprovechar los materiales para la construcción de sus viviendas. Perdiendo pues paulatinamente en este siglo y desde la huida de los franceses su importancia militar, procediéndose a su pública subasta, y pasando a ser de los Condes de San Isidro. Con posterioridad, hace muy pocos años, los herederos se lo donaron al pueblo de Fuengirola. El paso a manos civiles lo introduce en un periodo de abandono que no se ve interrumpido hasta mediados del siglo pasado. En el año 1989, una vez incorporado al Patrimonio Municipal, se pone en marcha un proyecto global de consolidación y rehabilitación, llevado a cabo por la Escuela-Taller Castillo de Sohail, con la finalidad de convertir este monumento en un gran centro cultural en el que puedan tener cabida, junto a las visitas turísticas, las más variadas manifestaciones artísticas. Mientras tanto, Fuengirola va aumentando en habitantes e importancia.
En 1810 el capellán del castillo ante la inminente caída del mismo en manos francesas, trasladó la Virgen de la Concepción y del Rosario a la “Venta”, situada en lo que hoy es la plaza principal de la ciudad, donde en una habitación de la parte alta de la misma que se habilitó como capilla fueron depositadas. En 1833 se terminó la ermita en la Plaza de la Constitución donde se rendía culto a ambas vírgenes, que fue bendecida por el obispo de Málaga Don Juan José Bonell y Orbe.
La patrona del castillo y sus torres es la Concepción y la de la iglesia de la plaza del pueblo es la del Rosario, venerada desde muy antiguo. Dicha ermita se derrumbó el 23 de mayo de 1868, por la precariedad de los materiales empleados trasladando las imágenes de nuevo a la “Venta”. Catorce años más tarde se bendijo una iglesia nueva, que fue dedicada a Nuestra Señora del Rosario. Inicialmente perteneció a la Parroquia de Mijas, hasta que fue declarada parroquia el 1 de julio de 1893.
En 1822 unos vecinos envían un escrito a la Diputación Provincial de Málaga solicitando la creación de una casa consistorial en la localidad, lo que traería consigo la emancipación de Fuengirola respecto de Mijas. En su escrito, los fuengiroleños fundamentaban su segregación de Mijas en:
La posesión de un censo de mil habitantes, lo que según la Constitución permitía a una población contar con Ayuntamiento propio
Una economía fructífera basada esencialmente en la actividad pesquera y portuaria que se desarrollaba en la zona
Y en los perjuicios que experimentaban estos vecinos en el reparto de las contribuciones respecto a los habitantes de Mijas.
Por su parte, el Consistorio mijeño remitió al órgano supramunicipal un informe en el que se señalaba que el censo de Fuengirola era de 409 personas y se minimizaba la actividad pesquera en la villa. La Diputación consideró más contundentes la razones aducidas por Mijas y los vecinos de Fuengirola tuvieron que esperar diecinueve años para poder ver cumplido su sueño de ser independientes.
Finalmente, en 1841 la Diputación Provincial de Málaga acepta la segregación de Fuengirola respecto de Mijas, aunque en un primer momento el ente supramunicipal reconoce el deslinde de manera provisional, haciéndolo definitivo un año más tarde. El 19 de mayo de 1841 un diputado provincial acude a la localidad para constituir el Ayuntamiento, siendo designado como primer alcalde Antonio García Cortés. Una de las primeras decisiones adoptadas por la nueva corporación fue dar nombre a calles y espacios tan emblemáticos hoy en la ciudad como la plaza de la Constitución, las calles San Rafael, España o de Coín o el popular barrio pesquero del Boliche (en la actualidad Los Boliches). El municipio de Fuengirola siempre se consideró perjudicado por el término que le fue adjudicado en el reparto de terrenos realizado por la Diputación y por ello no cejaría en su intento de ampliarlo en distintos momentos históricos a lo largo de los siglos XIX y XX.
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