Ser Vigilante de Seguridad puede llegar a
ser una profesión arriesgada en ciertas circunstancias. En su finalidad
de proteger a los demás, es muy fácil llegar a pasar por alto la propia seguridad personal.
Obviar las medidas de seguridad
adecuadas puede suponer la exposición a un riesgo innecesario.
Independientemente de que la labor del Vigilante se desarrolle sobre
personas, bienes o propiedades, estar equipados con la protección adecuada resulta vital para garantizar la propia seguridad.
¿Qué medidas de seguridad son las más
adecuadas para reducir el riesgo, a la vez que permitan desarrollar sus
funciones de forma segura? Hemos seleccionado once elementos de
protección y seguridad personal que serán de gran ayuda en el desempeño
de los servicios de un Vigilante de Seguridad:
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Walkie-Talkie
La comunicación instantánea es
fundamental para un Vigilante de Seguridad. Los Walkies son un elemento
bastante común de comunicación entre trabajadores de seguridad en
grandes eventos o comercios.
La comunicación por radio permite a los equipos de seguridad comunicarse de manera rápida y efectiva, permitiendo activar de inmediato un mensaje de alerta de seguridad a todo el equipo en situaciones de riesgo.
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Smartphone
Hoy en día, en un mundo conectado, los
teléfonos móviles se han convertido en parte de nuestras vidas y es
difícil imaginar un día sin utilizarlos.
Los smartphones ofrecen a los Vigilantes de Seguridad una poderosa herramienta de comunicación, con cámara y acceso a Internet, y proveen de una gran cantidad de recursos ante situaciones imprevistas o novedosas. Permitirán acceder a una amplia gama de aplicaciones de grabación rápida o incluso emisión en directo, que permiten que situaciones de peligro puedan ser grabadas o reportadas inmediatamente.
Una relación más directa del uso de smartphones en el trabajo del Vigilante es el sistema de control de rondas “en la nube” y en tiempo real. En él, se distribuyen diferentes puntos control a lo largo la ronda y se realiza el fichaje en cada uno de ellos mediante tecnología móvil (bluetooth, NFC, etc). Éstos sistemas permiten no sólo el control de la correcta realización de las rondas, si no detectar incidencias personales entre dos puntos de control si no se realiza un fichaje.
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Kit de primeros auxilios
Una forma muy eficaz de auto-ayuda o de prestar ayuda a un compañero es tener acceso a un botiquín de primeros auxilios.
Con él, y una formación adecuada que
permita administrar la atención necesaria, podemos ayudar a prevenir
lesiones de todo tipo o incluso situaciones críticas, especialmente en lugares remotos, polígonos o naves industriales donde pueden ser mas frecuentes las situaciones de riesgo personal y donde la llegada de atención medica sea limitada.
Sobres anti-hemorragia, kits de sutura, abre-bocas y cánulas o mascarillas RCP desechables son elementos a tener en cuenta. Junto con básicos como el alcohol, gasas, esparadrapo o analgésicos, harán que estemos preparados frente a cualquier emergencia mientras esperamos a los equipos médicos.
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Alarma de trabajador solitario / Dispositivo “Hombre Muerto”
La propia naturaleza del Vigilante de
Seguridad nos muestra que a menudo el trabajo se realiza en solitario, y
en según que localizaciones o a altas horas de la noche aumenta el
riesgo de amenaza. Otro de los avances tecnológicos que puede
proporcionar seguridad extra a un Vigilante es el conocido como sistema de alarma de trabajador solitario.
Estos sistemas de protección y alerta pueden ser centralizados y controlados a través de una aplicación, por lo que es fácil rastrear la ubicación de una señal de alarma. Algunos sistemas de protección de trabajador solitario
conjugan todas las funcionalidades de un teléfono móvil seguro y
resistente (para un uso en condiciones duras) con los más avanzados
sistemas de alarma, localización y detección de emergencias (hombre
muerto, hombre caído, movimiento nulo, etc).
Los sistemas “hombre muerto” son dispositivos (o aplicaciones para smartphones) que emiten una señal de alarma exclusivamente cuando se detecta la pérdida de verticalidad del mismo, indicando así un posible caso de desmayo, caída, pérdida de consciencia o reducción de movilidad.
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Linterna y Laser
Una buena linterna en el cinturón del Vigilante de Seguridad puede ser un elemento de gran ayuda, sobre todo para aquellos que desarrollen su trabajo de noche
o en lugares sin iluminación suficiente o con cortes de electricidad
nocturnos. Desde naves o polígonos, hasta edificios oficiales, museos o
centros comerciales, son muchos los lugares donde se realizan rondas nocturnas y donde el riesgo de robo o intrusión es alto.
Pero en otros casos, las linternas se pueden utilizar como defensa propia. Una linterna grande y potente se puede utilizar para deslumbrar a un atacante y generar el tiempo suficiente para dar una señal de alarma. Pueden ayudar a proteger incluso de un ataque físico, bloqueando armas blancas o palos y como último recurso, siempre servirá para golpear en defensa.
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Lápiz y papel
¿Con la tecnología actual? Puede parecer algo obsoleto, pero cuidado, un boli y un bloc de notas nunca se quedarán sin batería.
Hay notas, nombres y números de
referencia importantes que deberíamos tener anotados y a mano. En una
libreta llevaremos un correcto control de las rondas e incidencias del servicio. ¿Y que pasa si tienes que apuntar algo mientras estás el teléfono? En la práctica, resulta más rápido sacar un bloc del bolsillo y empezar a escribir que sacar el teléfono, desbloquearlo, buscar la aplicación, acceder a ella y teclear.
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Prendas Anti-Corte
Como complemento a la ropa de servicio y sin interferir con ésta podemos encontrar una serie de prendas técnicas especialmente diseñadas para proteger al trabajador frente a cortes de arma blanca y abrasiones o desgarros
en caídas o golpes. Las prendas anti-corte son un gran apoyo a todos
los niveles, pero de especial interesés para aquellos servicios en los
que la uniformidad del vigilante sea VIP o más liviana, ya que se pierde
ese extra de protección que puede ofrecer un pantalón o un polo técnico
y con protecciones. No obstante, estas últimas tampoco ofrecen toda la
protección necesaria frente a ciertas amenazas.
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Camisetas anti-corte
En el top de estos elementos de
protección se encuentran las camisetas anti-corte, ya sean de
manga corta o larga. Estas camisetas están especialmente diseñadas con
materiales cómodos y transpirables y ofrecen una protección de
máximo nivel frente a armas blancas, tanto en el torso (donde se
encuentran la gran mayoría de órganos vitales) como en los brazos.
Por ésto, se convierten en algo fundamental para la seguridad del
Vigilante en cualquier tipo de servicio, especialmente en aquellos que
se dan en lugares o zonas potencialmente conflictivas con riesgo de
robos o enfrentamientos personales.
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Guantes anti-corte
Otro de los elementos anti-corte
imprescindibles para cualquier vigilante de seguridad son los guantes.
Sin renunciar a la estética y operatividad, ofrecen una protección
especial para las manos. No sólo hay que pensar en el uso de estos
guantes como protección frente a amenazas o enfrentamientos con arma
blanca. Hay situaciones cotidianas en la vida del Vigilante de
Seguridad, como registros y cacheos, en las que los guantes anti-corte
son el aliado perfecto frente a objetos punzantes o cortantes.
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Pantalones anti-corte
Al igual que las camisetas, están diseñados para conjugar confort y operatividad con protección. Ofrecen seguridad extra hasta los tobillos con especial atención en la zona genital y la arteria femoral.
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Complementos
Bragas para el cuello o protecciones para antebrazos
completan el surtido de ropa anti-cortes que podemos encontrar en el
mercado y que sería recomendable incluir en nuestra dotación.
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Chalecos anti-arma blanca y anti-balas
En el extremo superior de la protección corporal se encuentran los chalecos anti-arma blanca y anti-balas. Un chaleco anti-arma blanca ofrece una protección extra contra pinchazos. Los *chalecos anti-balas serán nuestro mejor aliado en servicios de alto riesgo.
* Aunque la normativa no regulariza
el uso del chaleco anti-balas, tampoco lo prohíbe (siempre que permita
ver la identificación obligatoria del vigilante) y deja el uso de los
mismos en manos de la evaluación del riesgo por parte del Vigilante y su
Jefe de Seguridad.
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Calzado de Seguridad
Cuando pensamos en el calzado, parece muy difícil conjugar la protección con la estética en ciertas ocasiones.
Hay zapatos estéticamente acordes con uniformes VIP y que nos aportan un extra de protección y operatividad. Suelas de goma antideslizantes, dobles forros y protecciones de acero que nos permiten movernos con total comodidad y evitar, por ejemplo, caídas inesperadas en una carrera en un centro comercial.
La botas de seguridad siguen siendo la mejor elección para cualquier otro tipo servicio
que no requiera de una vestimenta de traje. Desde zapatos de seguridad
básicos hasta botas con las últimas tecnologías, tenemos un amplio
surtido para elegir el calzado que más se adecue a nuestro servicio.
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Silbato
Otro elemento que puede ser de gran ayuda y no cuesta nada llevar encima es un silbato.
Un silbato “profesional”, sin bola (o
con bola de corcho), como el que usan policías o árbitros de fútbol no
supone un enorme desembolso económico en relación a la ayuda que nos
puede brindar.
El pitido del silbato es asociado a la alerta, generando un estado de atención de las personas que lo escuchan
y pudiendo poner incluso sobre la pista de un hurto, al producir el
“efecto huida” en el infractor. Además, la llamada de atención se puede
producir para pedir ayuda a otros compañeros o para alertar de una situación de riesgo o tumulto.
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Herramienta multi-usos
Terminamos nuestra lista con
otra herramienta clave que seguro que en más de una ocasión hemos echado
en falta.La herramienta multi-usos es el gadget por excelencia, y no puede faltar en el cinturón de un Vigilante de Seguridad.
Existen muchas y de varios tipos y, con
ellas, podemos tener en nuestras manos en un instante alicates,
destornillador con juego de puntas, alicates de corte, limas, tijeras o
llave de allen. Es muy útil en cualquier tipo de servicio, especialmente en las rondas o servicios solitarios o nocturnas, donde no hay ayuda cerca. Nos podemos encontrar con cientos de situaciones inesperadas: desde tener que abrir, cerrar o forzar puertas y ventanas hasta hacer un “apaño” en un cable, o tener que arreglar algún elemento de nuestra dotación.
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